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Desarrollo y Sociedad

Print version ISSN 0120-3584

Desarro. soc.  no.94 Bogotá May/Aug. 2023  Epub May 31, 2023

https://doi.org/10.13043/dys.94.3 

Artículos

Consensos, disensos e ideología: el caso de los economistas en Uruguay

Consensus, dissensus, and ideology: The case of economists in Uruguay

Verónica Amarante1 

Marisa Bucheli2 

Cecilia Lara3  4 

1Instituto de Economía, Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, Universidad de la República. Montevideo

2Departamento de Economía, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República. Montevideo

3Instituto de Economía, Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, Universidad de la República, Montevideo

4Programa de Historia Económica y Social, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República. Montevideo


Resumen

Con respecto a temas económicos, ¿cuál es el grado de consenso entre los economistas uruguayos? Este artículo encuentra que los niveles de consenso son menores a los de otros países. Aunque los disensos también lo son, predomina un nivel modesto de acuerdos. Los mayores niveles de acuerdo se detectaron en preguntas relativas a discriminación y, en menor medida, a temas medioambientales. También se determinó acuerdo en la necesidad de mayor equidad de ingresos y en la importancia del papel del Estado para alcanzarla, pero no hubo consenso sobre las herramientas redistributivas más apropiadas. Con base en un análisis de correspondencia múltiple, utilizando la metodología de clústeres, se distinguen dos grupos, diferenciados en función de sus opiniones sobre temas económicos, fuertemente asociados a la ideología propia y la posición ideológica de los padres.

Palabras clave ideología; economía; América Latina

Clasificación JEL A11; O54

Abstract

This article studies the consensus among economists in Uruguay regarding a set of economic propositions. The findings indicate that the levels of consensus in Uruguay are comparatively lower than in other countries, although the levels of dissensus are also lower, resulting in a modest level of agreement overall. The propositions related to discrimination and, to a lesser extent, environmental issues demonstrate the highest levels of agreement. There is also consensus regarding the desire to improve income equality and the recognition of the State’s importance in achieving this goal. However, there is no consensus regarding specific redistributive tools. Based on clustering and multiple correspondence analysis, we identify two distinct groups according to their support for different economic propositions. The probability of belonging to these groups is strongly associated with individual ideological positions, which are often influenced by the ideology of one’s parents.

Keywords Ideology; economics; Latin America

Introducción

El análisis del consenso o disenso entre comunidades de economistas tiene una larga tradición en los países desarrollados. Estos estudios son relevantes para la identidad de la disciplina, ya que su carácter científico podría debilitarse frente a altos disensos; también, debido al papel protagónico que los economistas han adquirido en el diseño e implementación de las políticas públicas en general y económicas en particular.

Gran parte de estos estudios se basa en preguntar opiniones a través de encuestas. El trabajo pionero en esta materia estudió el caso de Estados Unidos (Kearl et al., 1979) y ha sido continuado en diversas oportunidades con variaciones menores o actualizaciones de los cuestionarios, a fin de reflejar los cambios en la disciplina (Whaples, 2009; Fuller y Geide, 2003; 2014; Geide y Pérez, 2020; entre otros).

Los trabajos para Estados Unidos concluyen que el consenso es elevado y creciente (Fuller y Geide, 2014; Geide y Pérez, 2020), aunque con cambios marginales en algunas opiniones1 y un sustancial desacuerdo en puntos específicos2. Para los países europeos, el primer estudio es de Frey y sus colaboradores (1984) quienes indagaron opiniones en Francia, Austria, Alemania Federal y Estados Unidos, a partir de lo cual detectaron diferencias importantes entre los países europeos y Estados Unidos. Estas diferencias fueron confirmadas en trabajos posteriores como los de Mueller (1995) y Aiginger et al. (2001).

Algunos estudios se concentran en colectivos específicos, como especialistas en organización industrial (Aiginger et al., 2001), economía ambiental (Haab y Whitehead, 2020), economía de la salud (Fuchs, 1996) o economía laboral (Fuchs et al., 1998; Whaples, 1996; O’Neill, 2015). Se tiende a repetir el resultado genérico sobre relativamente altos niveles de consenso, aunque se detectan disensos en aspectos particulares, a veces cruciales para la implementación de políticas.

En el análisis de las fuentes de divergencia, entre países y dentro de ellos, aparecen varios factores. Frey et al. (1984) y Aiginger et al. (2001) argumentan la importancia de las diferencias geográficas, vinculadas con factores culturales e identidad nacional. Gordon y Dahl (2013) detectaron diferencias generacionales atribuibles a que la opinión de cada grupo etario se basa en la evidencia acumulada en distintos momentos. Adicionalmente, se han detectado diferencias de género: los varones son más proclives a favorecer las soluciones de mercado que las mujeres; y tienen diagnósticos menos adversos hacia los niveles de desigualdad y discriminación en sus países (May et al. 2014; 2018).

Además de las características personales, la literatura también ha mostrado el rol de tres dimensiones entrelazadas: los valores, la escuela de pensamiento y la ideología política (van Dalen, 2019; di Maio, 2013; de Benedictis y di Maio, 2016; Klein y Stein, 2007; Haab y Whitehead, 2020). Gordon y Dahl (2013) señalan que la relación entre ideología y opiniones es más fuerte cuando la evidencia sobre el fenómeno económico en cuestión es débil, mientras que prima el consenso cuando la evidencia es más sólida. También De Benedectis y di Maio (2011) sugieren que la orientación política y los valores son fuente de explicación de las diferencias cuando el consenso es bajo.

Las opiniones de los economistas de América Latina han sido menos exploradas. El caso de México fue estudiado en dos trabajos de Urzúa (2007) y Andere y Canché (2019). A diferencia de los antecedentes para Estados Unidos, Urzúa (2007) no encontró que las dicotomías entre propuestas microeconómicas o macroeconómicas, o entre propuestas positivas y normativas sean elementos fundamentales de diferenciación de los grados de consenso. Tampoco detectó diferencias significativas por edad o sexo.

Sin embargo, señala que la ideología de los encuestados es un fuerte condicionante de las respuestas, aunque no presenta una prueba formal causal de la relación. Los resultados de Andere y Canché (2019) indican que la visión neoclásica es fuente de heterogeneidad, lo que sugiere un nexo entre opiniones y escuelas. Finalmente, para el caso de Uruguay, el único estudio sobre opiniones de economistas basado en encuestas refiere a las diferencias de género en temáticas relacionadas con la libre competencia. El estudio concluye que las mujeres son más proclives que los varones a apoyar las intervenciones gubernamentales (Amarante et al., 2022).

En este contexto, el objetivo de este trabajo es analizar las opiniones de los economistas en Uruguay, utilizando una encuesta realizada en línea en 2021. El estudio comprende (1) el análisis del grado de consenso, (2) la identificación de dos grupos de opiniones dispares y homogéneos internamente y, finalmente, (3) la evaluación de factores asociados a la pertenencia a los grupos, con énfasis en la ideología.

I. Datos y métodos

A. Población objetivo y muestra

Los datos provienen de una encuesta realizada en línea entre el 1° de febrero y el 30 de abril de 2021, a egresados de las carreras de grado en Economía en Uruguay entre 1980 y 2020 (en adelante, EEGU). Además de la publicidad en redes sociales, se siguieron dos estrategias de contacto. En el caso público, donde hay una sola universidad (Universidad de la República, UdelaR), se obtuvo el listado completo de egresados y uno incompleto de correos electrónicos, actualizados por el equipo de investigación para establecer un contacto. Los egresados del sector privado, donde tres universidades ofrecen la Licenciatura en Economía desde la década de 1990, fueron contactados por sus propias universidades. En todos los casos, se garantizó el anonimato (una vez que la persona completaba el cuestionario)3.

El número de egresados en Economía en Uruguay en 1980-2020 es 3307. Debido a fallecimiento o imposibilidad de establecer algún contacto, se enviaron 3199 invitaciones para completar la encuesta. La base de datos contó con 898 casos que contestaron al menos una pregunta de opinión. Esta tasa de respuesta de 27 % es similar a la que surge de la comparación internacional: a modo de ejemplo, di Maio (2013) reportó tasas de respuesta de 27-41 % en siete estudios previos, incluyendo el suyo. El estudio más reciente para Estados Unidos, de Geide y Pérez (2020) reporta una tasa de respuesta de 22 %.

En el cuadro 1 se presenta la composición de la población y la muestra. La muestra se compone de 13 % de egresados anteriores a 2000; 48 % de mujeres; y 23 % de egresos del sector privado. El cálculo de tasas de respuesta indica que la muestra tiene un sesgo hacia los egresados de la universidad pública.

Cuadro 1. Proporción de grupos en población y muestra y tasa de respuesta (%) 

aPara calcular la tasa de respuesta, el año de egreso de la muestra corresponde al informado por el encuestado y el del universo es el informado por los datos oficiales de educación. Debido a que en la encuesta no existe información sobre el año de egreso en algunos casos, la suma de las proporciones no suma 100.

bPara calcular la tasa de respuesta, el género de la muestra corresponde al informado por el encuestado, categorizado en tres opciones, y el del universo es el informado por los datos oficiales de educación, categorizado en dos.

ND:no disponible.

Fuente: elaboración propia con base en EEGU y registros administrativos.

B. Cuestionario y variables utilizadas

El cuestionario de la EEGU presenta 39 aseveraciones sobre la disciplina, la economía del país o las economías en general; y doce de ellas son propuestas de política. La opinión se recogió usando una escala tipo Likert con cinco opciones, donde mayor valor indica mayor respaldo o acuerdo. Se incluyó también la alternativa de declarar “No tiene opinión”4.

Algunas preguntas responden exclusivamente a temas de interés en Uruguay, pero otras fueron seleccionadas a partir de cuestionarios utilizados en otros países a efectos de poder realizar comparaciones. Se indagó, además, sobre las características personales de los encuestados: género, edad, país de residencia, año de egreso, estudios de posgrado, vínculos con el sector académico, nivel educativo de los padres, autoidentificación en el espectro ideológico y posición política de los padres, entre otros.

La posición ideológica se relevó en una escala del 1 (extrema izquierda) al 10 (extrema derecha). Las respuestas fueron agrupadas en tres: izquierda (valores 1, 2 y 3), centro (4 y 5) y derecha (6 o más). La incidencia de cada grupo es 45, 32 y 23 %, respectivamente. Si se compara con el Latino barómetro de 2020, la muestra se sitúa más a la izquierda que el conjunto de universitarios, donde la incidencia de cada grupo es 34, 36 y 30 %. Ello puede deberse a diferencias entre profesiones o entre edades (la muestra de la EEGU es más joven), sin poder descartarse un sesgo en la muestra de EEGU5.

Para conocer la posición política en el hogar de origen, se solicitó al entrevistado que respondiera con qué partido asociaba a su madre y a su padre, ambos por separado. Con base en estas respuestas, padre y madre fueron categorizados como de izquierda, centroderecha o indefinidos. Con esta información, se distinguió la identificación ideológica del hogar de origen: (1) hacia la izquierda, cuando padre y madre eran de izquierda, o uno solo lo era, con el otro indefinido; (2) hacia la derecha si ambos eran centroderecha, o si se combinaba centroderecha e indefinido; y (3) indefinido, cuando padre y madre eran indefinidos o cuando se combinaba izquierda y centroderecha. Alrededor de 44 % de los casos proviene de hogares posicionados hacia la izquierda; 33 % de hogares posicionados hacia la derecha; y 22 % de hogares indefinidos.

La asociación entre la identificación ideológica del hogar y la posición ideológica individual es muy alta. El 70 % de los economistas proveniente de hogares ubicados hacia la izquierda se ubica también en el grupo de izquierda. Mientras, entre quienes provienen de un hogar ubicado hacia la derecha, alrededor de 50 % pertenece al grupo de derecha. Por último, quienes provienen de hogares cuya matriz ideológica no ha podido clasificarse como de izquierda o de derecha con los criterios adoptados, se encuentran fundamentalmente en el centro del espectro ideológico, o bien a la izquierda (46 y 35 %, respectivamente). La probabilidad de transitar de un hogar caracterizado como de derecha a una posición individual de izquierda es mayor que la de la trayectoria inversa (20 frente a 5 %).

C. Aspectos metodológicos: la medición del consenso

Para describir el grado de consenso en las opiniones, se utilizó la propuesta de Fuller y Geide (2003, 2014) para Estados Unidos, y Andere y Canché (2019) para México. La estrategia se basa en medir el consenso de acuerdo con tres indicadores: la prueba chi-cuadrado de bondad de ajuste a una distribución uniforme, la proporción de acuerdo o desacuerdo, y el índice de entropía relativo.

La bondad de ajuste chi-cuadrado somete a prueba el ajuste de los datos a una distribución uniforme, en el entendido que existe máximo disenso cuando la frecuencia de cada respuesta es idéntica. Se considera, entonces, que hay algún nivel de consenso, cuando se rechaza la hipótesis nula de la prueba admitiendo un error de 10 %. Para realizar esta prueba, se sintetiza la distribución en tres posiciones: desacuerdo (respuestas 1 y 2), posición neutral (respuesta 3) y acuerdo (respuestas 4 y 5).

El segundo indicador considera la proporción de desacuerdo (respuestas 1 y 2 en nuestra escala de Likert) o de acuerdo (respuestas 4 o 5) de cada proposición. Se define la existencia de consenso cuando alguna de esas proporciones supera 67 %.

El tercer indicador es el índice de entropía relativo que se calcula como el cociente que muestra la ecuación 1:

(1)

La expresión del índice de entropía aparece en el numerador, donde . es el número máximo de respuestas (cinco) y pi es la frecuencia relativa de la respuesta i. Para obtener la entropía relativa se divide el índice de entropía entre el valor máximo del índice. Se estipula que existe consenso cuando el índice relativo de entropía es inferior a 0.8.

En base a estos tres indicadores, se califica al grado de consenso como fuerte cuando los tres indican consenso. Si dos lo hacen, se habla de consenso sustancial; si solo uno, de consenso modesto. El disenso total (o consenso nulo) significa que ninguno de los indicadores indica consenso.

Adicionalmente, consideramos un criterio relativo de consenso, basado en el ordenamiento de las opiniones recogidas. Para ello, utilizamos el índice propuesto por Taslte y Wierman (2007), utilizado por de Benedictis y di Maio (2011) en el estudio de opiniones de economistas italianos. La formulación del índice es como se indica en la ecuación 2:

(2)

Nuevamente, n es el número máximo de respuestas y pi es la frecuencia relativa de la respuesta i. A su vez, Xi es el valor de la respuesta i; μ es el valor promedio de las respuestas; y dx es el ancho de X (valor 4 para la escala tipo Likert 5). Este indicador toma valor 1, cuando todas las respuestas se concentran en una categoría de la escala de Likert, o bien, valor 0 cuando las respuestas se distribuyen equitativamente entre categorías.

El índice TW es particularmente adecuado cuando las opiniones se presentan en una escala Likert, ya que tiene en cuenta la naturaleza ordinal de la respuesta, a diferencia del índice de entropía relativo, que no está interesado en el orden. En efecto, el índice TW es sensible a la distancia entre respuestas, lo que indica menor disenso cuando las personas se agrupan en posiciones próximas. Por ejemplo, el índice de entropía toma el mismo valor en dos situaciones claramente diferentes, en términos de potencial conflicto: (1) cuando las personas se reparten por partes iguales en las respuestas 1 y 2 y (2) cuando lo hacen entre las respuestas 1 y 5. El índice de TW, en cambio, revela mayor disenso en el segundo caso. Establecemos que existe disenso relativo para el primer tercil del índice, o sea en las trece opiniones de menor TW. El segundo tercil, a su vez, corresponde a una situación neutra, mientras que las trece opiniones con mayor TW implican consenso relativo. El grupo de opiniones con disenso relativo estaría indicando los temas con mayor potencial de conflicto.

Es importante subrayar tres limitaciones de las mediciones de consenso: son difíciles de interpretar sin información comparativa, los resultados dependen de las preguntas sometidas a opinión y las personas suelen tener diferente grado de conocimiento de los distintos temas. Todo ello afecta el análisis particularmente cuando la proporción de quienes se abstienen de opinar es elevada. Cabe mencionar aquí dos aspectos sobre la no respuesta.

Por un lado, los indicadores utilizados para la medición de consenso son calculados con base en las respuestas, con valores de 1 a 5. O sea, no se toman en cuenta los casos con datos faltantes ni aquellos en que la respuesta fue “No tiene opinión”. La proporción de estos casos, sumando el faltante y no opinión, se presentan en la sección de resultados, junto con los indicadores de consenso.

Por otro lado, un análisis de correlaciones indica que la proporción de dato faltante crece cuanto mayor es el número de pregunta de la opinión, pero no ocurre lo mismo con “No tiene opinión”. De todas maneras, no implicó el abandono total del formulario que preguntaba sobre diferentes características laborales y de entorno luego de las opiniones. Todo ello sugiere que, a medida que se acumulaban preguntas de opiniones, las personas tendieron a no marcar una respuesta por razones de fatiga; lo que debió tener mayor incidencia en temas que ameritaban mayor reflexión para expresar su punto de vista.

D. Aspectos metodológicos: confección de grupos y sus características

Para agrupar en tipologías de individuos similares al interior de los grupos y diferenciados entre grupos, se parte de un análisis de correspondencia múltiple (ACM) que considera las seis respuestas posibles (incluyendo “no sabe/ no contesta”) a las 39 opiniones. El procedimiento consiste en extraer factores latentes, buscando especificar el menor número de ellos para explicar el máximo de inercia o varianza. En la decisión de qué (y cuántos) factores incluir, se considera aquellos cuyo aporte a la distribución de la inercia no supera el umbral de 1/Q (Q es la cantidad total de variables incluidas en el análisis; Greenacre y Blasius, 2006). En este caso, el criterio implicó elegir aquellos con un valor de inercia principal inferior a 0.026. Ello llevó a elegir los dos primeros factores (opiniones) que explicaron 57 % de la inercia total6.

A partir de estos factores, se realizó un agrupamiento de individuos en dos grupos utilizando la técnica k-means para la construcción de dos clústeres. La técnica consiste en un proceso iterativo que permite construir la partición, minimizando en cada grupo la suma de los cuadrados de la distancia de cada observación a la media del grupo y diferenciando al máximo los grupos.

Para describir las principales características de los economistas asignados a cada grupo, se estimó una ecuación de variable dependiente binaria , que distingue si el individuo pertenece a uno de los dos grupos especificados por la metodología de clústeres.

Las variables independientes incluyen una binaria que toma valor 1 cuando se trata de una economista mujer; un conjunto de variables binarias que distinguen tres grupos etarios (menores de 30; entre 30 y 39 años, 40 años y más); una variable binaria que distingue a quienes alcanzan el nivel máximo educativo correspondiente a maestría; y otra que distingue a quienes alcanzan el nivel máximo correspondiente a doctorado. También se consideró, a través de variables binarias, si el economista tiene vínculos con el sector académico y si reside en el exterior. Para aproximarse al origen socioeconómico, se incluyó un conjunto de tres variables binarias que reflejan el nivel educativo máximo del padre (primaria, secundaria y terciaria). Finalmente, se incluyó el conjunto de variables binarias que identifican el posicionamiento ideológico del encuestado (izquierda, centro, derecha) y la orientación ideológica de su hogar de procedencia (hacia la izquierda, hacia la derecha, indefinido).

II. Consensos y disensos

En el cuadro 2 presentamos la distribución de las opiniones según nivel de consenso por tema (supuestos y estatus como ciencia; soluciones de mercado e intervención del Gobierno; desigualdad y redistribución; discriminación; políticas educativas; y medioambiente).

De las 39 afirmaciones, 11 (28 %) se clasificaron como de consenso fuerte. Los módulos de opiniones sobre discriminación y medioambiente son los que contribuyeron más fuertemente a este resultado. Además, solo una de las once preguntas de estos dos temas se calificó como de disenso relativo, según el indicador TW. Puesto que el bloque de medioambiente se reparte en parte iguales entre consenso fuerte y modesto, podríamos concluir que es el tema discriminación, al menos en los aspectos relevados, donde parece existir mayor convergencia de opiniones.

El consenso sustancial agrupó siete opiniones dispersas entre temas, mientras que el consenso modesto es la categoría más frecuente (veinte opiniones que representan 51% del total). Todos los bloques, excepto el de discriminación, contribuyeron a esta categoría. Sin considerar las opiniones sobre discriminación, el 63 % de las afirmaciones presenta un consenso modesto. Finalmente, solo una opinión se clasificó como de disenso.

Cuadro 2. Número de opiniones según nivel de consenso por bloque 

Fuente: elaboración propia a partir de EEGU.

Vale la pena comparar estos resultados con los de otros países, recordando que las preguntas no son idénticas. Para los economistas de Estados Unidos, Fuller y Geide (2014) reportaron que en 2011 la distribución de las respuestas según grado de consenso fue 14, 36, 48 y 2 % (consenso fuerte, sustancial, modesto y nulo). En 2020, el consenso creció y Geide y Pérez (2021) informaron que la distribución de respuestas fue 33, 30, 35 y 2%. Para los académicos de centros de economía mexicanos, la distribución de respuestas es 24, 34, 34 y 7 % (Andere y Canché, 2019).

Como puede observarse, el consenso nulo es bajo en todos los casos, mientras que la suma de fuerte y sustancial es 6 3% en EEUU y 58 % en el caso mexicano. Estas proporciones han llevado a los autores a concluir que no es posible hablar de disenso en la disciplina en esos países. Para el caso uruguayo, se encontró consenso fuerte en el 28 % de las opiniones, sustancial en el 18 %, modesto en el 51 % y nulo en el 3 %. La baja incidencia del consenso nulo coincide con los resultados internacionales. Sin embargo, la suma de consenso fuerte y sustancial entre los economistas uruguayos es menor (46 %) que la que surge de los estudios de otros países.

A. Supuestos y estatus como ciencia

Un bloque de aseveraciones buscó establecer el grado de acuerdo con tres supuestos de los principios de la economía neoclásica y cuatro afirmaciones indicativas del carácter científico de la disciplina. En el cuadro 3 se presentan los resultados en tres columnas que reportan respectivamente: (1) el porcentaje de respuestas “No sabe/No contesta” y el valor promedio de la respuesta (en escala de 1 a 5); (2) la calificación del consenso (fuerte, sustancial, moderado o nulo) y los valores de dos indicadores utilizados para esta calificación (el resultado de la prueba chi-cuadrado se presenta en nota); y (3) el índice TW, la posición en el ordenamiento (de menor a mayor) y la calificación de consenso en términos relativos.

Cuadro 3. Proporción de no opinión, valor promedio y medidas de consenso. Bloque de proposiciones “Supuestos y estatus como ciencia” 

Notasen cada opinión, los cálculos del promedio, AC/DC y los índices de Entropía y TW no toman en cuenta los casos en que la respuesta es “No tiene opinión” y los casos en que no se registra respuesta.

aNS/NC: porcentaje que no contesta o responde no saber.

bporcentaje de AC/DC: porcentaje de respuestas 1 y 2 (DC) o 4 y 5 (AC). Se calculó también una prueba chi-cuadrado de bondad de ajuste cuya hipótesis nula es que las respuestas se distribuyen uniformemente. Para todas las proposiciones se rechaza Ho con p < 0.01. Resumen de consenso: Si las 3 medidas (porcentaje de AC/DC, entropía y chi-cuadrado) indican consenso, el consenso es fuerte; si 2, sustancial; si 1, modesto; y si ninguna, nulo.

cTW: índice propuesto por Taslte y Wierman (2007); P.TW: posición en el ordenamiento de las proposiciones (de menor a mayor) según TW, donde 1 (39) indica la proposición de menor (mayor) consenso. Disenso relativo: primer tercil de TW. Neutralidad: segundo tercil. Consenso relativo: tercer tercil.

Para los tres supuestos, el valor promedio de las repuestas es próximo al valor neutral 3 (algo menor). Esta posición promedio neutral, o de indiferencia, es resultado de una dispersión entre quienes están de acuerdo y quienes no. La incidencia del desacuerdo es mayor que la de acuerdo, pero los indicadores muestran que los supuestos neoclásicos escogidos no concitan consenso ni en su rechazo ni en su aceptación.

Tampoco despiertan consenso dos proposiciones sobre el estatus de la Economía como ciencia (el uso de la matemática y su rigurosidad), pero sí otras dos.

Con respecto a si existe una línea clara entre la economía positiva y normativa, la proporción de “No sabe/No contesta” es relativamente elevada y, entre quienes toman posición, la opinión neutra (valor 3 de la escala) es más elevada que el acuerdo (valores 4 y 5) y el desacuerdo (1 y 2). De ese modo, se obtiene un consenso sustancial y uno relativo, basados en posiciones no extremas, en particular la neutra. El caso es distinto para la última proposición: el 88 % de los encuestados considera que la nacionalidad o la inclinación política afecta las conclusiones de los economistas. Se obtiene aquí un consenso fuerte para esta opinión que es la tercera de mayor consenso según TW.

Teniendo en cuenta las advertencias mencionadas en relación con las limitaciones de las comparaciones internacionales, el caso uruguayo no parece ser diferente de los antecedentes. El consenso en estos temas es, en general, bajo en Estados Unidos (Fuller y Geide, 2014), España (Caminal y Rodríguez, 2003) y México (Andere y Canché, 2019) y depende de la aseveración sometida a juicio.

B. Soluciones de mercado e intervención del gobierno en mercados

Se incluyeron once preguntas que indagan sobre la preferencia de los economistas por soluciones de mercado o por intervenciones del Gobierno. Se detectó consenso fuerte o sustancial en cuatro de esas preguntas, consenso moderado en seis y disenso en una (cuadro 4). Entre las preguntas con consenso fuerte, los encuestados se muestran en desacuerdo con la idea de que las leyes de protección al consumidor reduzcan la eficiencia económica; y de acuerdo con que el Gobierno debe intervenir para reducir el poder de monopolio de empresas privadas. Es decir, los encuestados se manifiestan a favor de la intervención gubernamental en los mercados para proteger, en última instancia, al consumidor. El apoyo a este tipo de políticas despertó consenso fuerte en el antecedente para México (Andere y Canché, 2019), consenso sustancial para EEUU en 2011 (Fuller y Geide, 2014) y que pasó a consenso fuerte en 2020 (Geide y Pérez, 2021); y consenso en términos del índice de entropía en los trabajos de Caminal y Rodríguez (2003) para España, y Urzúa (2007) para México.

En las dos preguntas que reflejan un consenso sustancial —la relativa a la imposición de restricciones para la compraventa de moneda extranjera en las crisis de balanza de pagos, y la que indica que la mejor manera de promover el crecimiento económico es que el Gobierno no desarrolle actividades productivas—, un porcentaje relativamente elevado de los encuestados se manifiesta en desacuerdo (alrededor del 70 %). Sin embargo, la distribución de las respuestas no permite clasificarlas como de consenso fuerte, debido a que el índice de entropía relativa se ubica en niveles algo superiores a 0.8.

Las preguntas relativas a inserción internacional generan consenso modesto, en términos absolutos y neutralidad, o incluso disenso, en términos relativos. En efecto, las opiniones sobre la conveniencia de la protección a la industria naciente frente a la competencia extranjera resultan divididas, al igual que las opiniones sobre los efectos beneficiosos de los tratados de libre comercio para las economías pequeñas. Se detecta un poco más de desacuerdo con establecer restricciones a los movimientos de capitales internacionales, pero tampoco puede hablarse de consenso. Cabe señalar que, en esta pregunta, así como en la de compraventa de moneda extranjera en crisis de balanza de pagos, un porcentaje relevante de economistas eligió no contestar.

Tampoco se determinaron consensos importantes en las opiniones relativas al mercado laboral, estando estas proposiciones en las posiciones 4 y 6 de mayor disenso. Así, se detecta divergencia en relación con la conveniencia de limitar el poder sindical y flexibilizar los despidos, opiniones que cuentan con disenso relativo en términos del indicador TW.

En relación con la promoción del uso de plataformas de préstamos peer to peer (Fintech), un porcentaje alto de economistas (27 %) elige no contestar y, entre quienes lo hacen, no hay acuerdo en este punto. Finalmente, la pregunta relativa a la mejor opción si se busca postergar la edad de jubilación arrojó resultados confusos. El consenso es nulo en base a los tres indicadores básicos, pero la opinión no queda mal posicionada en términos de TW. Esto se debe obviamente a las diferentes propiedades de los indicadores. La observación de la frecuencia indica que las personas no escogieron posiciones extremas, y se distribuyeron en forma bastante uniforme entre los valores 2, 3 y 4. O sea, las diferentes opiniones no son tan extremas, por lo que según el índice TW el tema es potencialmente menos conflictivo que otros de los propuestos.

Cuadro 4. Proporción de no opinión, valor promedio y medidas de consenso. Bloque de proposiciones “Soluciones de mercado e intervencióngubernamental en los mercados” 

NotasEn cada opinión, los cálculos del promedio, AC/DC y los índices de Entropía y TW no toman en cuenta los casos en que la respuesta es “No tiene opinión” y los casos en que no se registra respuesta.

aNS/NC: porcentaje que no contesta o responde no saber.

bPorcentaje de AC/DC: porcentaje de respuestas 1 y 2 (DC) o 4 y 5 (AC). Se calculó también una prueba chi-cuadrado de bondad de ajuste cuya hipótesis nula es que las respuestas se distribuyen uniformemente. Para todas las proposiciones se rechaza H0 con p < 0.01, excepto la última en que p = 0.549. Resumen de consenso: Si las 3 medidas (porcentaje de AC/DC, entropía y chi-cuadrado) indican consenso, el consenso es fuerte; si 2, sustancial; si 1, modesto; y si ninguna, nulo.

cTW: índice propuesto por Taslte y Wierman (2007); P.TW: posición en el ordenamiento de las proposiciones (de menor a mayor) según TW, donde 1 (39) indica la proposición de menor (mayor) consenso. Disenso relativo: primer tercil de TW. Neutralidad: segundo tercil. Consenso relativo: tercer tercil.

Fuente: elaboración propia a partir de EEGU.

C. Desigualdad y redistribución

En este bloque de seis preguntas, dos despertaron consenso fuerte: el acuerdo en que la distribución del ingreso debería ser más equitativa y que la redistribución del ingreso es una de las tareas que debe llevar adelante el Gobierno (Cuadro 5). Se trata, además, de proposiciones con consenso relativo, es decir, ordenadas entre las de mayor valor de índice TW. Los estudios para México determinaron elevados niveles de consenso en estas preguntas (Urzúa, 2007; Andere y Canche, 2019), lo que no se recoge con la misma fuerza para Estados Unidos (Fuller y Geide, 2014).

El resto de las afirmaciones propuestas se refiere a herramientas fiscales para la redistribución, donde queda implícita la valoración de la función de los impuestos directos y el gasto. Todas ellas despiertan consenso modesto, y dos, disenso relativo. Los mayores porcentajes de acuerdo corresponden a no aumentar los impuestos a los más ricos, porque ya están pagando tasas muy altas (65 %) y a que los impuestos directos deberían ser el pilar de los sistemas tributarios (58 %). Hay menos acuerdo en apoyar el impuesto a la herencia, por razones filosóficas (49 %). Finalmente, en relación con la importancia del gasto frente a los impuestos para la redistribución, la mayoría de las respuestas se concentra en la posición neutral.

Así, si bien hay acuerdo tanto en la necesidad de mayor equidad de ingresos como en la importancia del papel del estado para alcanzarla, no se vislumbra un acuerdo sobre la mejor herramienta redistributiva. En los antecedentes revisados no encontramos este tipo de consulta a economistas de otros países.

Cuadro 5. Proporción de no opinión, valor promedio y medidas de consenso. Bloque de proposiciones “Desigualdad” 

NotasEn cada opinión, los cálculos del promedio, AC/DC y los índices de Entropía y TW no toman en cuenta los casos en que la respuesta es “No tiene opinión” y los casos en que no se registra respuesta.

aNS/NC: porcentaje que no contesta o responde no saber.

bporcentaje de AC/DC: porcentaje de respuestas 1 y 2 (DC) o 4 y 5 (AC). Se calculó también una prueba chicuadrado de bondad de ajuste cuya hipótesis nula es que las respuestas se distribuyen uniformemente. Para todas las proposiciones se rechaza Ho con p< 0.01. Resumen de consenso: Si las 3 medidas (%AC/DC, Entropía y Chi-cuadrado) indican consenso, el consenso es fuerte; si 2, sustancial; si 1, modesto; y si ninguna, nulo.

cTW: índice propuesto por Taslte y Wierman (2007); P.TW: posición en el ordenamiento de las proposiciones (de menor a mayor) según TW, donde 1 (39) indica la proposición de menor (mayor) consenso. Disenso relativo: primer tercil de TW. Neutralidad: segundo tercil. Consenso relativo: tercer tercil.

D. Discriminación

En este bloque de opiniones agrupamos siete afirmaciones, algunas de diagnóstico y otras de política (cuadro 6), en las que se detecta elevados niveles de consenso.

Existe consenso fuerte en rechazar que las oportunidades son iguales para mujeres y afrodescendientes que para el resto de la población (más de 80% de los encuestados). También el consenso es fuerte en entender que el gobierno debe promover la equidad de género en la toma de decisiones políticas (79%) y hay un consenso sustancial en considerar que el trabajo en el hogar dificulta la inserción en el mercado de las mujeres (76%).

Aunque la proporción de aceptación para implementar políticas afirmativas es superior al 70 %, el conjunto de indicadores sugiere menor nivel de consenso, en particular, en términos relativos. Además, la proporción de no respuesta se eleva a algo más del 10 %.

En cambio, la tercera política, consistente en implementar políticas que garanticen la disponibilidad y acceso a servicios de cuidados para los niños, recoge consenso fuerte. Más aún, esta propuesta es la que arroja mayor consenso de todas las proposiciones planteadas en la encuesta de acuerdo con TW, si bien arrojó un peso de la no respuesta de casi 10 %. Esta proposición tiene mayor acuerdo que el diagnóstico de limitaciones a las mujeres que impondría el trabajo doméstico y de cuidados. Esto sugiere que, en el apoyo a estos servicios, pueden operar otras motivaciones, vinculadas a la atención a la infancia en sí misma y no solamente a los potenciales efectos positivos para la inserción laboral femenina.

Cuadro 6. Proporción de no opinión, valor promedio y medidas de consenso. Bloque de proposiciones “Discriminación” 

NotasEn cada opinión, los cálculos del promedio, AC/DC y los índices de Entropía y TW no toman en cuenta los casos en que la respuesta es “No tiene opinión” y los casos en que no se registra respuesta.

aNS/NC: porcentaje que no contesta o responde no saber.

bPorcentaje de AC/DC: porcentaje de respuestas 1 y 2 (DC) o 4 y 5 (AC). Se calculó también una prueba chi-cuadrado de bondad de ajuste cuya hipótesis nula es que las respuestas se distribuyen uniformemente. Para todas las proposiciones se rechaza Ho con p < 0.01. Resumen de consenso: Si las 3 medidas (porcentaje de AC/DC, entropía y chi-cuadrado) indican consenso, el consenso es fuerte; si 2, sustancial; si 1, modesto; y si ninguna, nulo.

cTW: índice propuesto por Taslte y Wierman (2007); P.TW: posición en el ordenamiento de las proposiciones (de menor a mayor) según TW, donde 1 (39) indica la proposición de menor (mayor) consenso. Disenso relativo: primer tercil de TW. Neutralidad: segundo tercil. Consenso relativo: tercer tercil.

Fuente: elaboración propia a partir de EEGU.

E. Políticas educativas

Las cuatro preguntas sobre políticas educativas se refieren a temas de debate en Uruguay. Quizá debido a ello, en este tema se detectó menor acuerdo y mayor nivel de no respuesta que en los otros bloques temáticos (cuadro 7). Solamente se detectó consenso sustancial en el desacuerdo con cobrar los estudios universitarios en el sector público. De todas maneras, las cuatro opiniones relevadas arrojaron disenso relativo, o sea, se encuentra en el tercil de mayor potencial conflicto.

Cuadro 7. Proporción de no opinión, valor promedio y medidas de consenso. Bloque de proposiciones “Políticas educativas” 

NotasEn cada opinión, los cálculos del promedio, AC/DC y los índices de Entropía y TW no toman en cuenta los casos en que la respuesta es “No tiene opinión” y los casos en que no se registra respuesta.

aNS/NC: porcentaje no contesta o responde no saber.

bPorcentaje de AC/DC: porcentaje de respuestas 1 y 2 (DC) o 4 y 5 (AC). Se calculó también una prueba chi-cuadrado de bondad de ajuste cuya hipótesis nula es que las respuestas se distribuyen uniformemente. Para todas las proposiciones se rechaza Ho con p < 0.01. Resumen de consenso: Si las 3 medidas (porcentaje de AC/DC, entropía y chi-cuadrado) indican consenso, el consenso es fuerte; si 2, sustancial; si 1, modesto; y si ninguna, nulo.

cTW: índice propuesto por Taslte y Wierman (2007); P.TW: posición en el ordenamiento de las proposiciones (de menor a mayor) según TW, donde 1 (39) indica la proposición de menor (mayor) consenso. Disenso relativo: primer tercil de TW. Neutralidad: segundo tercil. Consenso relativo: tercer tercil.

Fuente: elaboración propia a partir de EEGU.

F. Medioambiente

El primer aspecto para destacar es que, en tres de las cuatro preguntas vinculadas a medioambiente, más del 10% de los encuestados eligió no responder (cuadro 8). Estas opiniones no fueron recogidas entre las últimas, o sea que no podría ser atribuibles a la fatiga. La no respuesta sugiere más bien que se trata de una temática en la que hay una relativa falta de conocimiento o familiaridad en relación a las otras.

Hay consenso fuerte en considerar que el Gobierno deber ser más activo en controlar las emisiones de gases de efecto invernadero (84%) y en rechazar priorizar el empleo, incluso a expensas del medioambiente (67%). Las dos proposiciones presentan además consenso relativo. En particular la primera afirmación es la segunda de mayor consenso entre todas las opiniones.

Mientras, el consenso es modesto en aceptar la superioridad de los impuestos a las regulaciones para cuidar el medioambiente. Este resultado es diferente en los antecedentes para México (Andere y Canche, 2019) y EEUU (Fuller y Geide, 2014) donde el consenso de acuerdo con esta proposición es sustancial, así como entre los economistas dedicados al medioambiente que tienden claramente a preferir la tributación como herramienta de control ambiental (Haab y Whitehead, 2020).

Finalmente, la opinión sobre los cultivos transgénicos generó consenso modesto con una moda en el punto neutro de la escala. Conjuntamente con la importancia de la no respuesta, el resultado sugiere escaso conocimiento del tema y, por tanto, baja confianza en la evaluación de la proposición.

Cuadro 8. Proporción de no opinión, valor promedio y medidas de consenso. Bloque de proposiciones “Medioambiente” 

NotasEn cada opinión, los cálculos del promedio, AC/DC y los índices de entropía y TW no toman en cuenta los casos en que la respuesta es “No tiene opinión” y los casos en que no se registra respuesta.

aNS/NC: porcentaje que no contesta o responde no saber.

bPorcentaje de AC/DC: porcentaje de respuestas 1 y 2 (DC) o 4 y 5 (AC). Se calculó también una prueba chi-cuadrado de bondad de ajuste cuya hipótesis nula es que las respuestas se distribuyen uniformemente. Para todas las proposiciones se rechaza H0 con p < 0.01. Resumen de consenso: Si las 3 medidas (%AC/ DC, entropía y chi-cuadrado) indican consenso, el consenso es fuerte; si 2, sustancial; si 1, modesto; y si ninguna, nulo.

cTW: índice propuesto por Taslte y Wierman (2007); P.TW: posición en el ordenamiento de las proposiciones (de menor a mayor) según TW, donde 1 (39) indica la proposición de menor (mayor) consenso. Disenso relativo: primer tercil de TW. Neutralidad: segundo tercil. Consenso relativo: tercer tercil.

Fuente: elaboración propia a partir de EEGU.

III. Tipología: caracterización de dos grupos de economistas

El procedimiento utilizado para determinar la tipología llevó a distinguir dos grupos, con base en dos dimensiones, como se explicó al inicio de este trabajo. El grupo 1 concentra el 63 % de los economistas encuestados. En la figura 1, se visualiza la distribución de las respuestas a cinco proposiciones que explican la mayor parte de la inercia.

Los economistas del grupo 1 están en desacuerdo con (1) no aumentar impuestos a los ricos y (2) flexibilizar los despidos; y muy de acuerdo con que la distribución del ingreso debe ser más equitativa y que el gobierno favorezca la mayor equidad de género en los espacios de toma de decisiones

Fuente: elaboración propia a partir de EEGU.

Figura 1. Preguntas diferenciadoras de grupos de economistas 

Pero la distinción entre los dos grupos no es tan clara en todas las opiniones, como se aprecia en el cuadro A1 del Anexo. Una manera de ilustrar este resultado es analizar la homogeneidad interna de opiniones. En el cuadro 9 se presenta el número de proposiciones en que el nivel de acuerdo o desacuerdo es superior al 66 % de las respuestas. Estas son 19 dentro del grupo 1 y 7 dentro del grupo 2. Así, por un lado, se observa que los grupos no son espejados, sino que comparten el disenso interno en varias opiniones e, incluso, en algunas proposiciones comparten la opinión. Por otro lado, la homogeneidad de opiniones es notoriamente mayor en el grupo 1; mientras que el grupo 2 se caracteriza por opiniones más dispersas.

Cuadro 9. Número de opiniones que concitan más de 66 % de acuerdo por grupo 

Fuente: elaboración propia a partir de EEGU.

Para profundizar en la caracterización de la tipología de los economistas, se estimó la probabilidad de pertenecer al grupo 1 usando un modelo probit. El cuadro 10 muestra los coeficientes estimados y su significación. Se consideran cinco especificaciones (columnas 1-5 del cuadro 10). En la columna 1, solamente se incluyen las características personales de los individuos. En la 2, se agregan variables binarias que reflejan el máximo nivel educativo del padre (la variable omitida es la correspondiente a educación primaria).

Las restantes tres especificaciones exploran el papel de la posición ideológica. En la columna 3, se considera la ideología personal (la categoría omitida es “izquierda”); en la 4, se considera la identificación ideológica de la familia (la categoría omitida es “hacia la izquierda”); finalmente, en la última especificación, se incluyen conjuntamente las variables binarias que reflejan el posicionamiento ideológico tanto del encuestado como de su familia7.

La probabilidad de pertenecer al grupo 1 es significativamente mayor para las mujeres. También tiende a ser mayor para el grupo de 30-39 años, en relación con los más jóvenes, aunque cuando se incluyen las variables que reflejan el posicionamiento ideológico, esta asociación se debilita e, incluso, desaparece en la especificación completa.

Cuadro 10. Estimación de la probabilidad de pertenecer al grupo 1. Coeficientes del modelo probit 

Fuente: elaboración propia a partir de EEGU.

Los economistas cuyo máximo nivel educativo es maestría tienen menor probabilidad de pertenecer al grupo 1 que quienes solo tienen el grado o han realizado un doctorado. A su vez, la probabilidad es mayor cuando hay vínculos con la academia, presentes o pasados, aunque la significación de la variable se pierde en el modelo completo. Cabe señalar que, cuando se excluye la variable de vínculo con la academia, tener un doctorado se asocia con mayor probabilidad de pertenecer al grupo 1. Esto refleja la alta asociación entre tener doctorado y tener vínculo con la academia.

A su vez, cuando los padres tienen educación terciaria, la probabilidad de pertenecer al grupo 1 es menor, pero nuevamente la significación de esta variable se pierde en la especificación completa.

Finalmente, las variables que reflejan la ideología, tanto de los economistas como de sus hogares de pertenencia, resultan altamente significativas para predecir la pertenencia al Grupo 1. Esta probabilidad es menor para los economistas categorizados como “Centro” que para los de “Izquierda”, y aún más pequeña para los de “Derecha”. De manera consistente, provenir de un hogar situado “Hacia la derecha” o de un hogar “indefinido” implica menores probabilidades de pertenecer al grupo 1, en relación con quienes provienen de un hogar situado “Hacia la izquierda”. Cuando se incluyen todas las variables que reflejan posicionamiento ideológico, la importancia de la ideología propia es considerablemente mayor. Cuando se utilizan definiciones alternativas del posicionamiento ideológico individual, los resultados se mantienen (cuadro A3)8.

Fuente: elaboración propia a partir de EEGU.

Figura 2. Grupos de economistas y posicionamiento ideológico 

La fuerte asociación entre el agrupamiento construido a partir de sus opiniones y la ideología (individual o del hogar) se ilustra en la figura 2. Los economistas del grupo 1 están concentrados entre quienes se posicionan a la izquierda en el espectro ideológico; también tienden a provenir de hogares de posicionamiento ideológico hacia la izquierda.

Conclusiones

La presencia de consensos fuertes o sustanciales entre los economistas en Uruguay es algo menor que la detectada entre sus pares de otros países. Al igual que en estos países, el consenso nulo o disenso es muy bajo. Aun así, no puede descartarse que el menor nivel de consenso en nuestro estudio se deba a las cuestiones sobre las que se relevó opinión.

El mayor acuerdo se detecta en las opiniones relativas a la discriminación: los economistas coinciden a la hora de evaluar la falta de equidad en términos de género y ascendencia racial. También muestran un fuerte acuerdo en relación con proposiciones vinculadas con el cuidado medioambiental, incluso cuando en este tema la no respuesta y la posición neutral es mayor.

Existe consenso en la posición a favor de la intervención gubernamental en los mercados para proteger al consumidor, pero ese consenso decae ante otras proposiciones, relativas a soluciones de mercado e intervención del Gobierno en los mercados (incluido el laboral).

La prevalencia de altos niveles de desigualdad y la relevancia del rol del Estado al respecto generan consenso; sin embargo, no hay acuerdos fuertes en relación con las herramientas redistributivas más adecuadas. Tampoco lo hay en lo referido a políticas educativas para el sector terciario, así como en la mayoría de las proposiciones sobre supuestos básicos de la economía y la consideración de la disciplina como ciencia.

La identificación de dos grupos de economistas basada en técnicas de ACM y clústeres permitió distinguir un grupo relativamente homogéneo, asociado fuertemente con la identificación ideológica de izquierda, la cual a su vez guarda alta correlación con el posicionamiento ideológico de su hogar de origen. El otro grupo muestra mayor heterogeneidad de opiniones en su interior.

Agradecimientos

Las autoras agradecen a la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC), que financió la encuesta a economistas (SUE) utilizada en este estudio y apoyó la realización de esta investigación. Agradecen también a Jorge Xavier (Universidad de la República), Alejandro Cid (Universidad de Montevideo), Néstor Gandelman (Universidad ORT) y Emiliano Tealde (Universidad Católica del Uruguay), cuyo apoyo también hizo posible la realización de la encuesta a economistas. Finalmente, Tatiana Pérez trabajó en el diseño y recolección de información de la encuesta a economistas (SUE) y Mariana Rodríguez realizó una excelente labor como ayudante de investigación en aspectos puntuales de este trabajo. Por último, se agradecen los comentarios realizados por los revisores anónimos de la revista.

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Notas

1La información correspondiente a 2011 muestra una mayor preocupación de los economistas acerca de la desigualdad del ingreso y los efectos potenciales en el crecimiento, en relación con encuestas de 1992 y 2000 (Fuller y Geide, 2014)

2Por ejemplo, O’Neill (2015) cita el caso del rol del salario mínimo y Fuchs (1998) el de las cuestiones más importantes de las políticas de salud.

3En los últimos cuatro años con información disponible, alrededor del 75% de los egresados de la Licenciatura en Economía proviene de la universidad pública (UdelaR). Más detalles sobre el desarrollo de la profesión de economista en Uruguay pueden encontrarse en Amarante et al. (2021).

4Algunos trabajos intentar evitar el sesgo hacia la neutralidad proponiendo una escala con una cantidad par de opciones, que obligue al encuestado a evitar posiciones intermedias (Caminal y Rodríguez, 2003; Urzúa, 2007). Sin embargo, se trata de un aspecto controversial: otros estudios recomiendan el uso de las categorías intermedias, para evitar forzar las respuestas hacia extremos que podrían no describir adecuadamente a los individuos (Newman, 1979; Sudman y Bradburn, 1989).

5En el análisis empírico de este trabajo se utilizaron también dos definiciones alternativas de izquierda y derecha. La primera agrupó como izquierda a los valores de 1-4, centro a los valores 5-6, y derecha a los valores 7 o mayores. En la segunda, se consideró izquierda a los valores de 1-4, centro el valor 5 y derecha, valores de mayores de 5.

6Si se opta por tres factores en lugar de dos, la inercia total explicada es de 71 %. El agrupamiento en dos clústeresa partir de estas tres dimensiones es coincidente para 72 % de las observaciones.

7Las principales conclusiones del análisis probit no difieren si las estimaciones se basan en el agrupamiento en base a tres dimensiones. En este caso, el grupo 1 concentra el 43 % de los encuestados. La principal diferencia es el menor valor del coeficiente asociado a ser mujer (cuadro A2 del Anexo).

8La columna 1 del cuadro A3 coincide con la columna 5 del cuadro 10, a efectos comparativos.

Apéndice

Cuadro A1. Proporción de desacuerdo (valores 1 y 2) y desacuerdo (valores 4 y 5) por grupo 

NotaLas proporciones no consideran “No sabe/no contesta”

Fuente: elaboración propia.

Cuadro A2. Estimación de la probabilidad de pertenecer al grupo 1 (clúster 2). Coeficientes del modelo probit 

Cuadro A.3. Estimación de la probabilidad de pertenecer al grupo 1, con definiciones alternativas de posicionamiento ideológico individual. Coeficientes del modelo probit 

Errores estándar en paréntesis

***p < 0.01

**p < 0.05

*p < 0.1

Fuente: elaboración propia.

Recibido: 29 de Mayo de 2022; : 08 de Diciembre de 2022; Aprobado: 22 de Marzo de 2023

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