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Estudios de Filosofía

versión impresa ISSN 0121-3628

Estud.filos  no.67 Medellín ene./jun. 2023  Epub 25-Ene-2023

https://doi.org/10.17533/udea.ef.349263 

Reseña

Coope, U. (2020). Freedom and responsibility in Neoplatonist thought. Oxford University Press

Alfonso Herreros1 

1 Universidad de los Andes, Santiago, Chile Email: ajherreros@miuandes.cl ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1986-9385

Coope, U.. (, 2020. )., Freedom and responsibility in Neoplatonist thought. ., Oxford University Press,


Ursula Coope, profesora de la universidad de Oxford, discute en esta monografía los conceptos de libertad y responsabilidad y su mutua relación en el neoplatonismo pagano griego. Coope se propone explicar por qué los neoplatónicos entienden la libertad como una perfección. Ella observa que, en el neoplatonismo, la libertad radica en nuestra perfección ontológica (es decir, la inmaterialidad). Una noción perfeccionista de la libertad sostiene que solo las acciones consideradas como buenas son libres en sentido propio, pues solo ellas están verdaderamente en nuestro control. Por tanto, los actos viciosos no son libres, pues, al realizarlos, atentamos contra la libertad sujetándonos a lo material, esto es, a las pasiones desordenadas o al destino. Coope formula fundamentalmente dos preguntas a responder en su libro: ¿qué significa la autodeterminación hacia el bien? ¿Qué responsabilidad cabe para nuestra mejora o decadencia moral? Plotino y Proclo son los autores analizados en mayor detalle, si bien reconstruye también razonablemente las posiciones de Jámblico y algunos miembros de la escuela de Atenas.

La autora divide su libro en tres secciones, cada una de las cuales se subdivide a su vez en cuatro capítulos. La primera sección, titulada “Puzzles”, expone la terminología, las aporías y respectivas soluciones que los filósofos griegos había identificado en la libertad y responsabilidad. Concretamente, el capítulo “Freedom and enslavement” y el que le sigue, “Responsibility, voluntariness, and what depends on us”, identifican los sentidos dados respectivamente a ‘libertad’ y ‘responsabilidad’ en fuentes literarias, política y filosóficas. Coope señala que, en el periodo clásico de la filosofía griega, estos conceptos corrían prácticamente en paralelo. Encontramos en la filosofía helénica un contacto más evidente entre ambos conceptos, según la autora expone en el capítulo “Freedom and responsibility: two discourses combined”. En el último capítulo de esta primera sección, “Obstacles to freedom? Obstacles to responsibility?” la autora presenta las dificultades más comunes en la comprensión de la libertad y responsabilidad, en lo cual incluye las posiciones de Plotino. La segunda sección, “Freedom”, discute los fundamentos metafísicos de la libertad según el neoplatonismo. Coope expone en el capítulo “Freedom and the one” porqué Plotino considera el Uno como el único propiamente libre. Aceptado ese punto, la autora examina en el capítulo “Under the one but in control of oneself” cuáles son las propiedades de la libertad en todo lo procedente desde el Uno. Esta libertad dependiente se fundamenta en su auto-constitución e inmaterialidad, según Coope expone en el capítulo “Self-making and nonbodiliness”. Finalmente, el último capítulo de la sección, “Freedom, dependence, and being a part”, Coope vuelve al estudiar la compatibilidad de ser libres y depender de los primeros principios, particularmente si es que podemos ser libres si somos parte de la hipóstasis del Intelecto o del Alma. Finalmente, la última sección, “Responsibility”, considera el concepto de responsabilidad. Coope revisa la recepción del mito de Er, el más relevante texto platónico para hablar de responsabilidad, en el capítulo “Responsibility and the myth of Er”. Los siguientes tres capítulos, “Plotinus on responsibility and having a free principle, Proclus on self-movement and the logoi within rational assent and self- determination to the better or the worse”, exponen, respectivamente, las posiciones de Plotino, Proclo y la escuela neoplatónica de Atenas sobre la relación entre responsabilidad y libertad, la acción de la providencia y la causalidad sobre uno mismo. Finalmente, el libro cierra con una muy breve conclusión. A continuación, sintetizamos los puntos más relevantes de cada sección.

En la primera sección, “Puzzles”, Coope observa que, en el uso común, libertad significaba en el mundo griego “actuar como uno desea” y “actuar con el dominio de la razón”, entre otros usos. Libertad se identifica así con autodeterminación. Por otra parte, responsabilidad significa merecer premio o castigo, lo cual típicamente se indica con la expresión “lo que depende de nosotros”. Platón sostiene en sus diálogos que nadie yerra voluntariamente, dado que todo el mundo desea en realidad el bien. De ahí que Platón diferencie entre responsabilidad por los actos viciosos y libertad. La oposición de Aristóteles y Alejandro de Afrodisia - quienes sí consideraban posible errar voluntariamente por la fijación viciosa de fines o por la fuerza de las pasiones - obligará a la tradición platónica a defenderse. Estas nociones fundamentales obligarán a los neoplatónicos a defender una teoría de la responsabilidad que no implique una libertad para el bien.

En la segunda sección, “Freedom”, Coope reconstruye la metafísica neoplatónica de la libertad. Ella explica la posición de Plotino, quien sostiene que el Uno es libre en el sentido más pleno, pues siempre hace solo lo que realmente quiere y no está sujeto a otras causas. Ahora bien, Plotino reconoce la inexactitud de estas palabras, pues, para el Uno, no existe alternatividad en sus elecciones (el Uno necesariamente actúa como lo hace) ni causalidad en sus motivaciones (pues introduciría una duplicidad). Incluso si nuestras palabras se quedan cortas, debe ser postulado como plenitud de libertad, pues es la plenitud de autonomía.

Todos los otros seres, en cambio, están subordinados causalmente al Uno. Ahora bien, si libertad implica no estar sujeto a otras causas, ¿cómo es posible que todo lo distinto del Uno sea libre? Coope observa que otras ataduras, como la sujeción a las pasiones o al destino, son consideradas por Plotino como incompatibles con la libertad. Coope muestra que varios autores neoplatónicos intentan armonizar la auto-causación con la causalidad del Uno. Plotino sugiere que el Intelecto es causado por el Uno en la medida que intenta imitarlo conociendo y haciéndose a si mismo. Jámblico supone que nuestra alma se auto-constituye en su esencia por su actividad racional y vuelta sobre sí. Proclo también adhiere a esta reflexividad del alma, pero no identifica la esencia con esa actividad auto-reflexiva, sino que habla de ciertos logoi presentes en ella sobre los cuales el alma vuelve intelectualmente. Todos ellos concuerdan en que la dependencia del Uno permite y no contradice la independencia de cada uno se los seres inferiores.

Coope nota que la noción de una auto-causalidad ha sido muy atacada en la historia de la filosofía por sus contradicciones internas. En efecto, el sujeto auto-causante no puede originar la actividad auto-constitutiva y ser simultáneamente posterior a esta; además, la auto-causalidad identifica dos contrarios en sí diferentes, esto es, el agente con el paciente. Proclo afronta esta dificultad explicando la auto-constitución en términos de inmaterialidad. En un análisis muy fino, Coope reconstruye la argumentación procliana, según la cual los seres inmateriales no unifican una multiplicidad previamente existente, sino que en el intelecto se coordinan dos principios: el generativo y reversivo, esto es, genera su multiplicidad en el mismo acto que vuelve hacia su principio, de acuerdo con la metafísica emanativa neoplatónica. De ahí que se constituye la unidad del intelecto cuando, procediendo del Uno, este vuelve sobre el Uno imitándolo.

Si concedemos la compleja metafísica de estas explicaciones, parece fundada la auto-causalidad y, consecuentemente, la libertad de la actividad racional. Sin embargo, Coope señala, no es tan claro cómo esto se aplica también a las almas. Plotino claramente defiende también su libertad, pues las distingue del alma del mundo justamente para aclarar la libertad de las almas individuales. Los neoplatónicos, explica Coope, tienden a explicar la libertad de las almas según la relación de estas con el intelecto. Plotino supone que el intelecto en nuestras almas no desciende, sino que permanece elevado junto a la hipóstasis del Intelecto, en lo cual se une también a las otras almas y se somete a la providencia. En ese sentido, la libertad de cada alma no se opone a la unión de todas estas, dado que la libertad es también consonancia con otras libertades. Neoplatónicos posteriores se opondrán a la teoría del intelecto indescendido, sosteniendo más bien que el núcleo auto- reflexivo de la parte intelectual del alma basta para explicar su independencia de la materia.

En la última sección, “Responsibility”, Coope organiza su exposición de modo más historiográfico, dado que ahora dedica más espacio a neoplatónicos posteriores. Su hilo conductor inicia con las interpretaciones del mito de Er de República X, el cual relata que somos responsables de nuestras vidas por una elección previa a nuestra encarnación. Los neoplatónicos interpretan diversamente esa elección pre-terrena y cómo ella se armoniza con las elecciones particulares tomadas durante la vida. Coope muestra que Plotino reduce el componente mítico, interpretando la elección pre-terrena como símbolo de la ‘elección y disposición’ en la vida presente, la cual determina cómo será la vida después de la reencarnación. Jámblico, por su parte, supone que la elección pre-terrena fija solamente la especie de vida, mientras que durante la vida terrena somos responsables de nuestras elecciones particulares. Proclo sostiene que la elección pre-terrena se compone de una elección genérica del tipo de vida y otra más específica sobre nuestras acciones, y que después, en la efectiva encarnación, siempre somos responsables de vivir esa elección virtuosa o viciosamente.

Sea como fuere, ¿por qué somos responsables de nuestras acciones? Según la autora, Plotino sostiene que siempre podemos acceder al intelecto indescendido, que es libre y, por tanto, una fuente de acciones de virtud. Plotino nota que nuestras progresivas elecciones nos vuelven más o menos atentos a ese principio indescendido, que nos otorga criterios de actuación y que en el error simplemente despreciamos. Coope observa que Proclo, en cambio, nota que dentro de nuestra alma tenemos ciertos logoi que, como veíamos, auto-constituyen nuestra alma y al cual siempre podemos acceder como criterios de elección. De ahí que una acción responsable es en cierto sentido siempre auto-cognoscitiva. Además, según Coope, Proclo sostiene que somos dirigidos por la providencia, la cual no niega nuestra responsabilidad, sino que nos pone delante ciertos actores (por ejemplo, alguien como Sócrates o algún daimon) que nos ayudan a volvernos conscientes de esos logoi y que establecen las circunstancias que dirigirán nuestras elecciones.

Coope contrapone la reflexividad siempre acertada de Jámblico o Proclo a las posiciones de los miembros de la escuela de Atenas, desde Damascio en adelante. Según Coope, estos autores describirán una actividad auto-reflexiva racional que puede ser correcta o incorrecta, lo cual explica nuestra responsabilidad para mejorar o empeorar. Damascio, como Jámblico, considera que el alma es esencialmente auto-constitutiva en la medida que de por sí se mueve a sí misma. Simplicio nota que podemos controlar nuestros deseos por una auto-reflexión que nos lleva a dirigir nuestros movimientos. Coope se concentra en el comentario al De Anima atribuido a Simplicio, el cual describe esa actividad racional como un asentir a la propia cognición en el modo de una afirmación de su verdad. Gracias a esa auto-cognición, podemos evaluar la corrección de nuestros raciocinios y corregirlos, volviéndonos así responsables sobre ellos. De ese modo, nuestra libertad como auto- constitución posibilita la responsabilidad.

A modo de evaluación, podemos destacar los siguientes aspectos. Primero, se trata de una precisa y riquísima investigación filológica. Coope cita y analiza con orden y detención abundantes pasajes de la tradición neoplatónica griega pagana, trabajando tanto los textos originales como interpretaciones académicas. Esto es de especial mérito, dada la (comprensible) concentración en Plotino y Proclo en los estudios sobre el neoplatonismo. Solo lamentamos la excesiva limitación a la bibliografía secundaria anglosajona en desmedro de la alemana y francesa.

Junto a esta admirable proeza historiográfica, rescatamos la relevancia filosófica de su estudio. Hoy, tendemos a identificar libertad y responsabilidad en el lenguaje común, pues nos consideramos responsables de toda acción libre y, para algunas concepciones, somos responsables solamente por nuestras acciones libres. Consecuentemente, nuestra responsabilidad es coextensiva con la libertad cuando esta se entiende como principio de acción. El otro uso más común de libertad se puede etiquetar con la expresión ‘libertad de’, es decir, no intromisión de cualquier tipo de fuente externa. Los neoplatónicos, en cambio, se distancian de estas concepciones. Esto ejemplifica cómo, a veces, el interés en la historia de la filosofía descansa sobre las diferencias y no los parecidos respecto al pensamiento contemporáneo.

La principal contribución de Coope es, por tanto, el identificar la distinción entre libertad y responsabilidad en la noción perfeccionista de libertad. En efecto, entenderla como ‘pleno control sobre sí mismo’ y el ‘deseo por el verdadero interés del sujeto’ (y no solo por el interés aparente) impide aplicarla a actos que eligen la pérdida de control o el abandono del bien total. Por lo demás, esto valida intuiciones comunes acerca la libertad, por ejemplo, que esta es una perfección propia de los seres racionales, que por ella cada uno es fuente de sus actos y que ciertas acciones libres pueden destruir esa misma libertad. Si bien solo se es libre cuando se persigue el bien, Coope muestra que los neoplatónicos sí correlacionan la responsabilidad con la libertad, sea porque siempre tenemos acceso a esa libertad para actuar (por lo que somos merecemos castigo cuando desatendemos ese núcleo libre), sea porque esa libertad nos permite interrogar racionalmente nuestras decisiones (y de ahí que podemos progresivamente mejorar o empeorar).

La justificación de la responsabilidad descansa sobre la libertad, pero, ¿qué fundamenta esa misma libertad? Nos parece que la sección central del libro, “Freedom”, es el principal aporte de la autora. Su discusión sobre la simultánea libertad y sujeción del intelecto al Uno son especialmente iluminantes para comprender la noción de causa de sí mismo en el marco neoplatónico. Incluso si los esquemas metafísicos neoplatónicos puedan parecernos excesivos, Coope muestra la lógica interna en estas teorías y cómo intentan resolver el difícil problema de la auto-reflexión. De ahí que el texto de Coope se pueda entender también como una defensa de la noción perfeccionista de libertad.

Por todo lo anterior, recomendamos plenamente la monografía y exhortamos a que continúen publicándose estudios de esta calidad sobre el neoplatonismo, área relativamente ignorada en los estudios actuales de la filosofía antigua.

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