INTRODUCCIÓN
La condición física se define como la capacidad de una persona para realizar ejercicio y, a su vez, está compuesta por las funciones y estructuras que intervienen en la función cardiorrespiratoria, muscular, esquelética, hematocirculatoria, psiconeurológica y endocrino-metabólica en niños y adolescentes (1). En consecuencia, la condición física comprende los competentes motriz (velocidad-agilidad), musculoesquelético y cardiorrespiratorio, que se han relacionado con la salud en la población joven (2).
La condición cardiorrespiratoria baja y la pobre función musculoesquelética durante la infancia y la adolescencia se han asociado independientemente con un mayor riesgo cardiometabólico durante la edad adulta y con mayor mortalidad (2,3). También se encontró, en una revisión sistemática, que había evidencia sólida de que los niveles más altos en la condición cardiorrespiratoria durante la infancia y la adolescencia se asociaban con un perfil cardiovascular saludable en edades posteriores.
Por otro lado, un inadecuado estado nutricional afecta la condición física, así lo muestra un estudio en niños colombianos de 5 a 12 años residentes en Bogotá, Colombia, en quienes se encontró que los varones delgados, con sobrepeso u obesidad corrían significativamente más lento que los que tenían peso normal, en tanto que las niñas delgadas tuvieron puntajes más bajos en la prueba de salto en comparación con las que tenían peso normal. También se encontró que la adiposidad braquial se asociaba negativamente con el rendimiento en la carrera, tanto en los niños como en las niñas, y que los niños obesos tenían peor desempeño en la prueba de salto (4). Además, se ha documentado cómo la obesidad y la adiposidad central se asociaron con la baja condición cardiorrespiratoria en preescolares del norte de España (5).
De igual forma, en niños chilenos de 4-6 años, se observó que aquellos con mayor Índice de Masa Corporal-edad (IMC-e) presentaron peores resultados en una prueba para medir fuerza muscular de miembros inferiores (6). En el mismo sentido, en un estudio realizado en 12 872 niños escolares y adolescentes de ambos sexos residentes en Medellín, Colombia, se encontró asociación negativa entre obesidad y velocidad, fuerza explosiva y resistencia a la fuerza (7). Además, en adolescentes chilenos de 12,00±1,23 años se encontró que el desempeño cardiorrespiratorio y la prueba de salto de longitud se asociaron inversamente con predictores de riesgo cardiovascular. Precisamente, fueron los adolescentes obesos quienes presentaron una menor condición física y una mayor proporción de individuos con hipertensión (3).
Diferentes estudios han empleado la batería PreFit para evaluar la condición física de preescolares (5,8-10); no obstante, son escasos los estudios que permitan determinar la influencia del estado nutricional en la condición física de preescolares colombianos, sobre todo, en los que se relacione el déficit de peso con la condición física. La mayoría de estudios en niños han asociado los componentes de la condición física con el exceso de peso, esto pude deberse a las altas prevalencias de obesidad observadas desde la niñez (11).
Por todo lo expuesto, y dado que la relación entre la condición física y el estado nutricional en prescolares colombianos no está bien documentada, el objetivo de este estudio fue identificar las diferencias en la condición física de preescolares colombianos de 5 años de edad según su estado nutricional.
MATERIALES Y MÉTODOS
Este estudio es un resultado secundario del proyecto denominado “Valoración de la coordinación motriz e indicadores de riesgo cardiovascular en escolares de la ciudad de Cúcuta”.
El tipo de estudio es descriptivo transversal con una muestra a conveniencia. Se invitaron a participar a todos los preescolares que no presentaran discapacidad sensorial, cognitiva o motora o alguna enfermedad cardiovascular o metabólica diagnosticada. La invitación se hizo por medio de una carta enviada en las agendas escolares en la que se detallaban las pruebas que serían realizadas y el objetivo del estudio, entre otros. Se aceptaron para el estudio a todos los niños cuyos padres respondieron afirmativamente y firmaron el consentimiento informado. En total quedaron 43 niños y 34 niñas de 5 años de edad.
La investigación fue realizada en una institución educativa de la ciudad de Cúcuta, en una zona clasificada en estrato 3. La ciudad cuenta con los siguientes datos geográficos: altitud de 320 metros sobre el nivel del mar y clima cálido, con una media de 27 °C.
Evaluación del estado nutricional antropométrico
Las mediciones de parámetros antropométricos (peso y talla) fueron realizadas por los autores de esta investigación, con base en el documento del Consenso del Grupo Español de Cineantropometría (GREC) (12) así:
Peso: se midió con una báscula TANITA BC-730 de 100 g de precisión. El participante se ubicó sin calzado en el centro de la báscula manteniendo una mirada hacia al frente y con los brazos a lo largo del cuerpo sin realizar movimiento.
Talla: se midió con un metro de pared Seca 206 de 200 cm de capacidad y 1 mm de sensibilidad. El participante permaneció de pie, erguido, con los talones juntos y con los brazos a lo largo del cuerpo; se asentaron la parte superior de la espalda, los glúteos y los talones hasta el contacto con la cinta métrica, así mismo se orientó la cabeza para que se ubicara en un plano horizontal con respecto a la protuberancia superior del tragus del oído y el borde inferior de la órbita del ojo (plano de Frankfort).
Construcción del indicador IMC-e. Con el peso y la estatura se construyó el indicador IMC-e, que representa el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la estatura en metros (kg/m2). Los valores obtenidos fueron comparados con los datos de referencia propuestos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) (13) y se empleó el sistema de clasificación, también establecido por esta organización, expresado en desviaciones estándar y aceptado para población colombiana mediante Resolución 2465 de 2016 del Ministerio de la Protección Social (14), que establece las categorías que se muestran en la Tabla 1.
Punto de corte (desviaciones estándar DE) | Clasificación antropométrica |
---|---|
> +2 | Obesidad |
> +1 a ≤+2 | Sobrepeso |
≥ -1 a ≤+1 | Adecuado para la edad |
≥-2 a <-1 | Riesgo de delgadez |
<-2 | Delgadez |
Fuente: tomado de la Resolución 2465 de 2016 (14).
Para el análisis estadístico, se reagruparon las categorías del estado nutricional en dos grupos, así: con bajo peso (<-1 DE) (delgadez y riesgo de delgadez) y sin bajo peso (≥-1 DE) (adecuado para la edad y sobrepeso).
Evaluación de la condición física
Para valorar la condición física se empleó la batería PreFit, prueba que fue propuesta por el Grupo de Investigación PROFITH “Promoting Fitness and Health Througth Physical Activity” y que ha sido validada para preescolares colombianos (15).
Esta batería consta de las siguientes pruebas: fuerza prensil de la mano, salto largo a dos piernas, velocidad 4x10 m y la prueba 20 m shuttle run PreFit (16), por lo que a partir de esta batería se obtuvieron las siguientes variables:
Fuerza prensil de la mano (kg): máxima fuerza isométrica de la mano.
Fuerza media de la mano (kg): promedio de la máxima fuerza isométrica de ambas manos.
Longitud del salto (cm): corresponde a la distancia alcanzada en el salto a dos piernas.
Tiempo en la prueba de velocidad (seg): indica el tiempo empleado para realizar la prueba 4x10 m.
Vueltas: indica la cantidad de recorridos realizados durante la prueba 20 m shuttle run PreFit.
Se determinaron los percentiles de cada aptitud de la condición física por comparación con los datos contenidos en la calculadora de percentil PreFit para grasa y fitness en preescolares, desarrollada por el Grupo de Investigación PROFITH de la Universidad de Granada (17). Del mismo modo, para clasificar estos percentiles, se utilizaron los valores propuestos para la condición física: muy mala (x<p20), mala (p20x≤p40), media (p40≤x<p60), buena (p60≤x<p80) y muy buena (x≥p80) (18,19).
Análisis estadístico
Para evaluar el estado nutricional de los preescolares según la OMS, se empleó su software Anthro Plus (20), y para el análisis estadístico se utilizó el paquete estadístico SPSS V.26 (Demo) (95 % de confianza y un p-valor de 0,05).
El análisis de las diferencias en la condición física por estado nutricional de los niños y niñas se realizó por medio de prueba paramétrica t para dos muestras independientes, debido a la distribución normal de los datos y la igualdad de las varianzas en la prueba de Levene (>0,05).
Este proceso se realizó para las variables de fuerza prensil de la mano derecha (FPD), fuerza prensil de la mano izquierda (FPI), fuerza prensil media de la mano (FPM), prueba de velocidad (4x10 m), salto de longitud (salto horizontal) y consumo máximo de oxígeno (VO2máx) entre las diferentes categorías obtenidas del estado nutricional por ambos sexos.
Se empleó la calculadora de percentil PreFit para grasa y fitness en preescolares desarrollada por el Grupo de Investigación PROFITH de la Universidad de Granada para determinar los percentiles de cada aptitud de la condición física (17).
Consideraciones éticas
Previo al desarrollo del proyecto, los administrativos y padres de familia de la institución educativa fueron informados de las pruebas que serían realizadas, el objetivo del estudio y su alcance. De igual forma, todos los participantes debían entregar un consentimiento informado debidamente firmado por sus padres o tutores legales, el cual fue distribuido en las agendas escolares para dar inicio al estudio. Por otra parte, este estudio contó con el aval del Comité de Ética e Impacto Ambiental de la Universidad de Pamplona bajo el Acta N.o 002 del 4 de marzo del 2019.
RESULTADOS
En el estudio participaron 43 niños y 34 niñas de 5 años. En los niños se encontraron los siguientes promedios: peso corporal 18,95±3,09 kg, talla 1,16±0,05 m e IMC de 14,00±1,71 kg/m2, y en las niñas: peso corporal 18,00±2,48 kg; talla 1,13±0,5 m e IMC 14,05±1,62 kg/m2 (datos no mostrados).
El 27,9 % de los niños y el 20,6 % de las niñas presentaron delgadez, en tanto que la prevalencia de riesgo de delgadez fue del 18,6 % en niños y del 29,4 % en las niñas. Por el contrario, la prevalencia de sobrepeso fue solo del 10,3 % en el grupo total (Tabla 2).
La comparación de los valores promedio de las pruebas FPD, FPI, FPM, 4x10 m velocidad, salto horizontal y consumo máximo de oxígeno, entre los grupos con bajo peso y sin bajo peso, no mostró diferencias estadísticas significativas en los niños (p>0,5) ni en las niñas, con excepción de la FPD (p=0,036), que fue mayor en el grupo sin bajo peso en las niñas (Tabla 3).
FFPD= fuerza prensil de la mano derecha; FPI= fuerza prensil de la mano izquierda; FPM= fuerza prensil media de la mano, 4x10 m= prueba de velocidad; salto horiz.= salto de longitud y VO2máx= consumo máximo de oxígeno.
* Valores de p según la prueba t para igualdad de medias de la comparación de los valores de los grupos con bajo peso y sin bajo peso en cada sexo.
Los resultados de la prueba FPM se ubicaron por debajo del percentil 50 en los dos sexos y en los dos grupos según el estado nutricional (con peso bajo y sin bajo peso), ubicación que corresponde a una valoración “mala”. Los percentiles fueron más bajos en quienes tenían bajo peso, tanto en los niños como en las niñas. De igual forma, la prueba de velocidad 4x10 m fue calificada como “mala” o “muy mala” en los grupos estudiados. En cuanto al salto horizontal, todos los grupos tuvieron valoración “media” con excepción de las niñas sin bajo peso, en quienes la calificación fue “mala”. De las variables estudiadas para evaluar la condición física, la única con valoración “buena” en todos los grupos fue la capacidad aeróbica evaluada mediante el VO2máx (Tabla 4).
DISCUSIÓN
El objetivo de este estudio fue identificar las diferencias en la condición física de preescolares colombianos de 5 años de edad según su estado nutricional. Entre los principales resultados obtenidos se evidenció que no existieron diferencias significativas (p>0,05) en las variables de la condición física en los niños participantes al comparar por estado nutricional, mientras que entre las niñas de bajo peso y sin bajo peso solamente se obtuvo en la FPD una diferencia significativa (p<0,05). Otro resultado que llama la atención fue la alta frecuencia de delgadez en el grupo total de preescolares (24,7 %), que fue mayor en los niños que en las niñas. Paradójicamente, la mayoría de los casos de sobrepeso se observaron en los niños, en tanto que no se encontraron preescolares con obesidad.
La frecuencia de delgadez en los preescolares de Cúcuta del presente estudio fue del 27,9 % en los niños y del 20,6 % en las niñas, valores que superan ampliamente la prevalencia nacional, reportada en la última Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia (ENSIN 2015) (21) en el grupo de 5 a 12 años, que fue del 1,6 % en los niños y del 1,8 % en las niñas. Por el contrario, no se encontraron preescolares obesos y únicamente en los niños se observó un sobrepeso del 7,7 %, valor muy inferior a la prevalencia nacional en los varones (16,5 %) del grupo en mención. El estado nutricional en los preescolares de Cúcuta también fue muy diferente del de los niños de Medellín estudiados por García et al. (7), para quienes la prevalencia de delgadez fue del 6 % (<p5) y la de exceso de peso (sobrepeso y obesidad) (>p85) fue del 40,5 %. También se observaron diferencias cuando se compararon los resultados del estado nutricional con estudios en los que se relacionó esta variable con la condición física, porque en ellos predominó el sobrepeso y la obesidad (3,22,23).
La FPM fue ligeramente mayor en los preescolares de Cúcuta participantes en el presente estudio con relación a la reportada en preescolares chilenos, cuyos valores fueron de 6,91±3,46 kg en los niños y de 6,13±1,61 kg en las niñas. En cambio, el tiempo de la prueba 4x10 m fue mayor en los preescolares de Cúcuta frente a los chilenos (16,96±1,86 seg en los niños y 16,78±1,78 seg en las niñas), lo que demuestra que los preescolares del presente estudio tuvieron menor velocidad en el desempeño de la prueba (24).
El estado nutricional afecta de distinta forma las pruebas utilizadas para medir la condición física. En el presente estudio se observó que la FPD en las niñas sin bajo peso fue significativamente mayor que en aquellas con bajo peso (p=0,027), y en los niños del grupo sin bajo peso se presentó una tendencia a ser mayor que entre quienes tenían bajo peso (p=0,07). El mayor peso en escolares se asocia con mayor fuerza muscular, puesto que en preescolares chilenos se encontró que aquellos con mayor IMC-e (sobrepeso y obesidad) tenían mayor rendimiento en la prueba de FPM que quienes tenían estado nutricional normal, tanto en los niños (p=0,027) como en las niñas (p=0,013), pero esas diferencias no se observaron en la prueba de salto de longitud ni en el sprint de 20 m, pruebas en las que el IMC no influyó (25). Resultados similares fueron reportados en niños españoles, en quienes se encontró una relación positiva entre el IMC y la fuerza prensil de las manos (β=0,280±0,054 p<0,001). Por el contrario, fue negativa la relación entre IMC y adiposidad central (circunferencia de cintura) con las pruebas que requerían propulsión del levantamiento de la masa corporal, tanto en niños como en niñas (10). Sin embargo, otro estudio en prescolares españoles no encontró diferencias según el estado nutricional por IMC en las pruebas para medir condición cardiorrespiratoria, fuerza y resistencia, por lo que los autores concluyeron que la relación entre la aptitud física y el IMC es inconsistente en los niños en edad preescolar (26).
La capacidad cardiorrespiratoria medida mediante el VO2máx fue la única variable, entre todas las pruebas realizadas para medir la condición física en los preescolares de Cúcuta, que tuvo valores clasificados como buenos en los dos sexos, y en los grupos según el estado nutricional. Cabe recordar que en estos preescolares la frecuencia de delgadez y riesgo de peso bajo sobrepasó la de sobrepeso, y la obesidad estuvo ausente. Esto concuerda con los resultados de otros estudios que demuestran que el exceso de peso en los niños afecta negativamente la capacidad aeróbica; esto se observó en escolares chilenos (3,27), lo mismo que en niños taiwaneses en edad preescolar, entre quienes se encontró que aquellos con exceso de adiposidad corporal tenían una capacidad más pobre para realizar el máximo esfuerzo (23), en tanto que los niños preescolares taiwaneses con un índice de masa libre de grasa más alto presentaban una mejor capacidad para tolerar el ejercicio durante las pruebas en la cinta rodante (28). En preescolares egipcios de ambos sexos, de los que el 69,8 % tenía un peso anormal (43% obesos, 21,5% sobrepeso y 5,3% bajo peso), los grupos con obesidad y sobrepeso presentaron significativamente menor consumo máximo de oxígeno y mayor presión arterial y frecuencia cardiaca en reposo. Igualmente, se encontró asociación inversa entre adiposidad corporal y aptitud cardiorrespiratoria (22).
Por otra parte, aunque los resultados no son concluyentes, hay pruebas de que la condición física en la edad preescolar podría predecir la composición corporal posterior, como lo reveló un estudio longitudinal en preescolares chilenos, en quienes la mayor aptitud cardiorrespiratoria, fuerza muscular de la parte inferior del cuerpo y aptitud motora a los 4,5 años se asociaron con índices de grasa corporal más bajos un año después (29), por lo que la masa grasa y la masa libre de grasa en los niños en edad preescolar parecen tener asociaciones conjuntas pero opuestas con la aptitud física (30). La condición física se relacionó significativamente con una mayor actividad física vigorosa y moderada-vigorosa (31). Del mismo modo, un trabajo con preescolares de Estonia concluyó que los mejores resultados de las pruebas de aptitud física a 6,6 años en el jardín de infantes predijeron parámetros de grasa corporal más baja en los niños a los 7,6 años, cuando cursaban el primer grado en la escuela (32). En consecuencia, la composición corporal y la actividad física resultan en otras variables de interés en el estudio de preescolares.
Al parecer, hay una relación entre la condición física, el estado nutricional y la salud durante la vida adulta, factores que se han relacionado con la capacidad física desde la niñez, como se mostrará enseguida. En población adulta saludable se ha documentado que una mejor condición cardiorrespiratoria se asoció con un menor riesgo de mortalidad por todas las causas y por enfermedades cardiovasculares (33). En particular, el bajo consumo de oxígeno y la pobre condición musculoesquelética durante la infancia y la adolescencia se han asociado independientemente con un mayor riesgo cardiometabólico durante la edad adulta y con mayor mortalidad (3). García-Hermoso et al. (34), mediante una revisión sistemática y metaanálisis de estudios longitudinales, encontraron una asociación prospectiva negativa entre el desempeño muscular durante la infancia y la adolescencia con la adiposidad y parámetros cardiometabólicos adversos durante la edad adulta. Estos estudios demuestran que desde la niñez es importante incentivar la actividad física vigorosa y la adecuada nutrición, que conduzcan a una buena condición física durante la vida adulta y, por ende, a una mejor salud.
Asimismo, un trabajo realizado por Hernández- Rincón et al. (35) con preescolares colombianos concluyó que los padres y maestros son agentes importantes en las actividades que involucran el desarrollo integral de la primera infancia, el apoyo y la sostenibilidad de las iniciativas de salud. En vista de estos resultados, es fundamental que los profesionales del deporte y la salud que intervienen en etapas tempranas generen estrategias adecuadas para mitigar los efectos negativos del infrapeso y el sobrepeso en la condición física relacionada con la salud.
Entre las principales limitaciones de este estudio se destaca que no se pudo comparar por la clasificación antropométrica del estado nutricional en niños y niñas, debido a la pequeña muestra; otra limitación del estudio es la poca discusión que se puede dar a partir de investigaciones con preescolares colombianos, puesto que es escasa la literatura científica que compara la condición física de niños y niñas de 5 años en relación con el estado nutricional.
Por otro lado, resulta conveniente sugerir para futuras investigaciones considerar la evaluación de los hábitos alimenticios y los niveles de actividad física, con el fin de relacionar estas variables con el estado nutricional y la condición física en preescolares colombianos.
Finalmente, se concluye que no existen diferencias significativas al comparar la condición física por estado nutricional en los niños, y entre las niñas con bajo peso y sin bajo peso solo existe diferencia significativa en la FPD. La delgadez en el grupo estudiado es muy alta, supera ampliamente la prevalencia nacional, mientras que la obesidad está ausente.